


César Bona
¿Qué distingue a Bona? Es un profesor entusiasta que disfruta de los retos, que adora a los niños y que, en lugar de teorizar sin fin sobre lo que debería hacerse, se ha lanzado a hacerlo.



La clave del éxito consiste en escuchar. Nunca, nunca se puede medir con la misma vara: por mucho que no lo crean algunas personas, las emociones o la felicidad no se pueden calibrar y también hemos de educar para darles las
herramientas para que las encuentren por sí solos. Ésa debería ser nuestra misión como maestros.
- Declara César Bona.
La metodología utilizada por Cesar Bona destaca por el empeño que el profesor emplea en sus alumnos. Es él quien se adapta al ritmo de su alumnado en vez de que la clase se adapte a lo que el mismo profesor dice. Su objetivo es incentivar la curiosidad y la creatividad y que ellos mismos puedan obtener sus propias conclusiones. Para ello hay que gestionar las emociones. Bona cree que debemos estimularlos para que sean seres íntegros, transformarlos en ciudadanos globales. Esto es lo más importante, que se conviertan en buenas personas. Su prioridad es la enseñanza de los valores. Por ello, César les enseña de una manera más dinámica, sin utilizar los recursos de deberes y exámenes. No utiliza libros de texto y utiliza el internet para estimular la curiosidad y las ganas de investigar.
Trabaja a través de proyectos como el teatro, el cine y formas diferentes y más prácticas en los que involucra a los niños. Las clases no son solo teorías y hablan de temas de actualidad. Utilizan charlas para ayudarles a quitar el miedo de hablar en público.
Su finalidad es educar niños comprometidos, que puedan tomar sus propias decisiones, que piensen, que sean conscientes de la realidad que les rodea, que analicen, que se comprometan con las cosas que pasan, con la situación familiar, con los problemas no resueltos, en definitiva, que se hagan preguntas y sean capaces de buscar las respuestas. Tienen que implicarse tanto dentro de clase como fuera del aula. Enseña los valores fundamentales de la vida, valorar lo que tienen alrededor, los animales y las personas. Trabaja las emociones, la empatía, los gestos de las manos, libertad de expresión y la imaginación.
Si existe una prioridad es la de que aprendan a vivir respetando a los demás y también a sí mismos, desarrollando valores como la solidaridad, la tolerancia y la igualdad. Y también es necesario el esfuerzo porque sin él no se puede conseguir nada. El conocimiento se puede adquirir de muchas formas, pero no sirve si no se aprende a ser persona. A la hora de fomentar la creatividad y la imaginación cualquier herramienta encaminada a conseguir avanzar en estos objetivos es
buena. El aula debe ser un espacio de imaginación.
Se preocupa por conocer el entorno en el que tiene que
trabajar y adaptarse a ello sin necesidad de grandes cosas.
Las normas que Bona tiene en el aula son principalmente: el respeto a la palabra, a los animales, a los compañeros, al silencio y al entorno.
Deben aprender a relacionarse. Tienen que participar y dar muestra de su capacidad. Aquí es donde encaja precisamente la motivación para que puedan desarrollar sus aptitudes y la imaginación y la creatividad.
